lunes, 7 de marzo de 2011

Platillo que he hecho a boleo (y algo de sapiencia culinaria que tendrá uno, después de tanto leer, digo yo) y ha quedado de fabula. Que cosas, que tontería.
La salsa ha consistido en unos champiñones al ajillo - podéis ver la receta en el link - a los que cuando estaban bien tostaditos y para hincar el diente les he puesto nata líquida para cocinar y un buen montón de pimienta molida. Lo he dejado cocer a fuego bien lento durante 5 min y ya estaba la salsa lista para recibir a la pechuga.
La pechuga de pollo entera y sin piel (o si es grande, partida en dos) la doramos a fuego fuerte en una sartén. Diría que con entre 3-5 minutos cada lado, depende del fuego de cada uno. Que quede tostadita por fuera es interesante y la única preocupación es que dentro NO quede seca. Si queda poco cocinada ya lo rectificaremos pero al revés... mal asunto.
Una vez dorada la pechuga, la dejamos reposar tapadita 5 min para después cortarla en rodajas de entre 1-2 cms.
Añadimos la pechuga en la salsa y movemos a fuego lento 1 minuto y dejamos reposar a placer. A más rato repose mejor PERO tener en cuenta que la salsa la forma un lácteo... así que ojo con cuanto rato reposa y en que condiciones de conservación.
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